La mejor alimentación antes y después de tu jornada en el gimnasio

¿Estás comenzado en el gimnasio? ¿O tal vez ya estás practicando alguna actividad física? Debes saber que una buena dieta es esencial cuando haces ejercicio. Esto te dará la energía que necesitas para rendir mejor, recuperarte rápidamente y reducir el riesgo de lesiones.

Al no saber qué alimentos comer antes y después de tu jornada en el gimnasio, las posibilidades de que comas algo incorrecto que afecte a tu meta pueden ser bastante altas.

Aquí te presentamos algunos consejos para tomar buenas decisiones en este aspecto a lo largo del día.

Alimentos antes del gimnasio

Comencemos con lo que debes evitar. Antes del entrenamiento evita alimentos demasiado grasos o demasiado dulces. Se recomienda no comer en exceso para que no sea contraproducente, pues se evitarán molestias como náuseas, relacionadas con una digestión demasiado larga.

Antes de un esfuerzo, deberías elegir una dieta rica en carbohidratos. ¿Por qué? Simplemente porque nuestro cuerpo lo digiere más rápido y proporcionan la energía que los músculos necesitan para trabajar. Las fuentes de carbohidratos saludables se pueden encontrar en frutas y verduras, productos lácteos y cereales.

Por tanto, una buena opción consiste en comer carbohidratos complejos para alimentar los músculos involucrados durante el esfuerzo. Las mejores comidas son pasta, arroz y cereales, por ejemplo.

Alimentos antes del gimnasio

También puedes consumir carbohidratos simples, que se encuentran en frutas frescas, como los albaricoques, ricos en potasio, hierro, cobre y magnesio; las bananas, conocidas como la fruta del deportista, porque es digerible y neutraliza la acidez del estómago; y el arándano, rico en antioxidantes, como la vitamina C, que ayudar a que la fibra muscular se regenere.

Una hidratación deficiente puede disminuir tu rendimiento y causar síntomas físicos como cólicos, dolores de cabeza y mareos. Por estas razones, es importante hidratarse bien antes, durante y después del ejercicio.

Tomar agua facilitará la circulación sanguínea y el transporte de energía, así como también mantendrá la temperatura del cuerpo. No esperes a sentir señales de sed para comenzar a beber agua porque esto es un signo de deshidratación.

En caso de que hayas olvidado de tu aporte de energía en casa puedes recurrir a las máquinas expendedoras de snacks que cada vez se encuentran más presentes en gimnasios. Pero recuerda evitar las opciones más calóricas o de calorías vacías y opta por fruta, snacks saludables de alto contenido en proteínas y sobre todo agua.

¿Y después?

Para recuperarte bien después de un entrenamiento, concéntrate en los alimentos que promueven la recuperación como la leche, las frutas, los vegetales y las almendras.

Inmediatamente después del esfuerzo físico, se recomienda tomar frutas ricas en carbohidratos, como bananas, albaricoques, uvas o arándanos, así como alimentos proteínicos como los productos lácteos, que traerán al cuerpo los aminoácidos perdidos durante el esfuerzo.

Incluso si estás haciendo actividad física con el fin de perder peso, una comida o un refrigerio después del entrenamiento no arruinará todos tus esfuerzos. Por el contrario, una buena dieta para después del entrenamiento te ayudará a recuperarte mejor y evitar lesiones, para que te sientas mejor al día siguiente.