Di no al efecto rebote

Cualquier momento del año puede ser perfecto para comenzar a realizar cambios positivos en nuestro estilo de vida, pues todos deseamos tener salud plena, tener energía, estar en forma y sentirnos bien. Es por ello que la alimentación suele ser uno de los primeros aspectos que deseamos mejorar al querer seguir hábitos más saludables. Sin embargo, cuando comenzamos a buscar información sobre dietas podemos encontrarnos con las famosas dietas milagro, este tipo de dietas pueden llevarnos hacia el temido efecto rebote.

Este efecto rebote se presenta cuando recuperamos el peso que hemos perdido tras seguir dietas especialmente restrictivas o dietas milagro, ya que estas dietas pueden hacer que perdamos peso pero con consecuencias negativas para nuestra salud y con la posterior recuperación de todo el peso perdido o incluso más. Esto muchas veces se debe a que este tipo de dietas son imposibles de mantener a largo plazo, pues nos obligan a eliminar alimentos de muchos grupos alimenticios, por lo que también nos impiden obtener los micro y macronutrientes necesarios para la salud de nuestro organismo.

Es por ello primordial que busquemos siempre la orientación de profesionales que nos permitan contar con dietas personalizadas que estén completamente adaptadas a nuestras necesidades y características particulares, ya que esto nos permitirá seguir una alimentación equilibrada, que nos permita bajar el peso que deseamos, que nos posibilite obtener todos los nutrientes necesarios y que además nos permita disfrutar de la comida sin ningún temor al efecto rebote.

¿Qué podemos hacer para evitar el efecto rebote?

Como hemos mencionado, el efecto rebote nos hace recuperar el peso perdido y esta situación se presenta cuando seguimos dietas milagrosas que prometen una pérdida de peso muy grande en muy poco tiempo. Por lo que si deseamos evitar el efecto rebote debemos huir de cualquier dieta que nos prometa resultados en cuestión de poco tiempo.

Además, algunas de las dietas extremas hacen que también perdamos masa muscular, cuando esto sucede nuestro cuerpo comienza a gastar una cantidad menor de energía, por lo que cuando volvemos a consumir ciertos alimentos nuestro organismo quema menos calorías, acumulamos más grasa y volvemos a subir de peso.

Por otra parte, debido a que las dietas milagrosas o las dietas extremas son muy restrictivas, solemos sentir antojos de comidas altas en azúcar o en grasas, por este motivo estos son el tipo de alimentos que posiblemente vamos a buscar tan pronto como finalicemos la dieta. Estas son algunas de las razones que hacen que este tipo de dietas sean insostenibles.

Ahora bien, ¿qué podemos entonces hacer para evitar sufrir las consecuencias del efecto rebote?

Evitar las dietas milagro o dietas extremas

La regla de oro para decirle no al efecto rebote es evitar cualquier dieta que nos prometa cambios muy grandes en un periodo de tiempo muy reducido, ya que este tipo de dietas podrían ser completamente inefectivas, podríamos poner en riesgo nuestra salud y también podrían hacernos recuperar cualquier kilo que hayamos logramos perder.

Es por ello que la mejor dieta para adelgazar siempre será aquella que sea personalizada, que tome en cuenta nuestras necesidades específicas y nuestras características, esto nos va a posibilitar seguir una alimentación que nos permita incluir alimentos de todos los grupos alimenticios, podremos seguir disfrutando de comidas deliciosas pero equilibradas, nuestro organismo tendrá siempre las vitaminas y minerales necesarios para funcionar adecuadamente y podremos reducir nuestro peso sin preocuparnos por el efecto rebote.

Incluir deporte o actividad física

El movimiento frecuente será siempre un aliado para que podamos bajar de peso y mantener nuestra salud. Es así que la práctica de deporte o de actividad física sumada a una alimentación balanceada y nutritiva nos va a permitir adelgazar y mantener los resultados que obtengamos.

Asimismo, el ejercicio regular es una buena forma de evitar que nuestro metabolismo se vuelva lento, esto sin duda puede ser una de las maneras más efectivas de evitar el efecto rebote. Y claro, el deporte también nos trae otras ventajas, pues permite que nuestro organismo pueda funcionar correctamente y también nos ayuda a mantener la salud de nuestros músculos.

Seguir un plan de mantenimiento

Una buena forma de evitar el efecto rebote es contar con una plan de mantenimiento que nos ayude a conservar los resultados que logremos conseguir tras seguir una dieta apta para la pérdida de peso. Ya que esto nos puede ayudar a que los resultados se puedan mantener durante más tiempo y le permitirá a nuestro organismo mantener un buen metabolismo. Además, los planes de mantenimiento tienen la ventaja de que están pensados en ser flexibles y versátiles, con ello podremos acostumbrarnos a comer de forma equilibrada y podremos incluir alimentos con un alto valor nutricional.

Mantener hábitos saludables

Además de cuidar nuestra alimentación y realizar deporte de forma frecuente, cambiar nuestro estilo de vida nos puede permitir disfrutar de la comida sin preocuparnos por el efecto rebote. Por este motivo, es buena idea incorporar algunos hábitos saludables como puede ser la realización de actividades que nos permitan relajarnos y liberar el estrés, tomar suficiente agua a lo largo del día, evitar el consumo de alcohol, cuidar nuestra salud emocional y dormir lo suficiente.

Gozar de buena salud, tener bienestar, vernos y sentirnos bien son algunas de las razones que nos llevan a cambiar nuestro estilo de vida. Y como parte de un estilo de vida saludable, la alimentación tiene un papel central. Es por ello tan vital que contemos con las herramientas necesarias para seguir un plan de alimentación que nos permita alcanzar nuestras metas y que al mismo tiempo se pueda mantener a largo plazo.

Además, siempre es aconsejable contar con el apoyo de profesionales que nos brinden la orientación necesaria para cuidar nuestra salud. De esta forma podremos disfrutar de alimentos de todos los grupos alimenticios y además no tendremos que preocuparnos por ningún efecto rebote. Evitar el efecto rebote es también relevante para nuestra salud, pues estos cambios bruscos de peso pueden debilitar nuestros músculos, causar deshidratación, problemas digestivos, daños en el funcionamiento de algunos sistemas, problemas nutricionales, entre otros.

La buena noticia es que decirle no al efecto rebote puede ser más fácil de lo que creíamos, ya que seguir un buen plan de alimentación que nos permita perder peso de forma paulatina y realizar deporte de manera regular serán la base para adelgazar y mantener los resultados obtenidos.

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