Consejos para elegir un buen programa de facturación

Cada vez son más pymes y autónomos los que apuestan por incluir en sus organizaciones un programa informático de facturación, pues son conocedores de las ventajas que supone contar con esta herramienta.

Un buen software de facturación facilita el cálculo de impuestos, agiliza la elaboración y envío de facturas y mejora ostensiblemente aspectos relevantes relacionados con la contabilidad de la empresa.

Cómo escoger un software adecuado

Estos programas están diseñados para facilitar la emisión de facturas, pero en realidad sus funciones van más allá, pues con ellos se puede llevar un registro completo de las facturas que se envían y reciben por parte de la empresa, los proveedores y los clientes.

Muchos de estos programas están adaptados a la realidad actual, de modo que son accesibles tanto desde el ordenador como desde dispositivos móviles, y eso es precisamente un aspecto importante a tener en cuenta para decantarse por uno u otro, pues en el mercado existe una amplia variedad de software de este tipo.

¿Cómo escoger un software adecuado?

A la hora de decantarse por un programa de facturación online, herramienta prácticamente indispensable para autónomos y pequeñas y medianas empresas, es importante que el programa cuente con atención técnica personalizada 24/7, es decir, cuenta con atención técnica las 24 horas del día y todos los días de la semana.

La facturación es un proceso fundamental en el buen funcionamiento de cualquier empresa, de modo que si se presenta alguna incidencia con el software va a ser necesaria la ayuda de expertos  en el mismo para reparar estos problemas.

Por otra parte, la mayoría de programas de este tipo no solo actúan como software de facturación, sino que son un todo en uno. Con esto decimos que sus funciones no se limitan a emitir facturas en formato electrónico o físico, sino que facilitan otros procesos como el cálculo de impuestos, el registro y almacenamiento de las facturas, la realización de informes de ingresos y gastos y por supuesto la personalización de las facturas, pudiéndose añadir a esos documentos la imagen corporativa de la empresa.

Como buen software que se precie, un programa de facturación idóneo es aquel cuya interfaz es agradable estéticamente pero sobre todo intuitiva. De nada sirve que el programa sea muy completo si la persona que va a utilizarlo no conoce a fondo todas esas funciones o necesita dar muchos rodeos para realizarlas.

Un programa bien estructurado y diseñado es aquel que permite que cualquier persona pueda aprender a manejarlo en poco tiempo. Con estos programas una pyme puede ahorrar bastantes horas mensuales en la labor de rellenar y emitir facturas, pero si ese tiempo se dedica a comprender cómo funciona el programa, la eficiencia del mismo se reduce.

Un último factor que puede o no decantar la elección de un programa u otro es su escalabilidad. Con escalabilidad nos referimos a que el programa sigue siendo funcional cuando el negocio va aumentando de tamaño.

Billin, las claves de su éxito

Uno de estos programas que responde a todos estos condicionantes es Billin. Esta empresa nació en 2015 como startup y en sus cuatro años de vida ha vivido un crecimiento exponencial.

En la actualidad, más de 25.000 autónomos y pymes se sirven de este programa gratuito para hacer facturas. Como comentamos, Billin es una herramienta informática que permite a las organizaciones gestionar todo el proceso de facturación y ahorrar tiempo y dinero.

Para usar el programa basta con estar conectado a internet, no es necesario bajarse ni descargarse ningún programa. Todas las facturas en la herramienta, aplicación, programa, llamémosle como deseemos, se agrupan en un mismo lugar y se puede acceder a ellas desde cualquier sitio y a cualquier hora.

La nube de Billin es el espacio virtual donde se almacenan todas esas facturas, es un espacio ilimitado y desde él se pueden realizar todas las gestiones necesarias de la vida de una factura. Conviene no olvidar que la vida de una factura no finaliza con su envío y su posterior cobro, pues la administración obliga a mantener estas facturas para posibles inspecciones durante cuatro años.

Este último dato es fundamental conocerlo. Programas comoBillin ayudan a mantener el control sobre la facturación y responden a la idea de la informática y los programas ofimáticos, facilitar el trabajo, hacerlo más cómodo.