Vocabulario básico sobre préstamos – ¿Qué hay que saber?

Antes de introducirse en el amplio mundo de la financiación, es buena idea hacer los deberes e informarse un poco de qué significa cada cosa. A continuación, explicamos los términos más habituales que salen a colación cuando hablamos sobre préstamos. Si quieres más información sobre préstamos, puedes obtenerla aquí.

Plazo

Es el tiempo que tendrás el dinero en tu poder y durante el que se devengarán los intereses. Generalmente, los préstamos con un plazo más largo tienen un interés más bajo, pero pueden resultar en un pago total mayor.

Intereses

Es la compensación económica que recibe el prestamista a cambio de haberte dejado el dinero. 

Devengo

Es la imputación del gasto a lo largo del tiempo. Si tienes un préstamo a un año y solo han pasado 6 meses, de momento se habrán devengado intereses por 6 meses. Es decir, es la parte del servicio que realmente has consumido.

TAE

Tasa Anual Equivalente. Es un tipo de interés anualizado que tiene en cuenta todos los gastos necesarios para que se conceda ese préstamo. Es una de las mejores maneras de comparar préstamos porque calcula los intereses como si el préstamo fuese de un año, “convirtiendo” todos los préstamos en obligaciones de duración equivalente.

TIN

Tipo de Interés Nominal. Es el porcentaje del dinero prestado que te cobrará el prestamista. La diferencia con la TAE es que no tiene en cuenta el plazo del préstamo. Por eso, solo puedes comparar el TIN de préstamos con la misma duración, de lo contrario no tendría sentido. Además, el TIN no considera los gastos obligatorios para que se conceda el préstamo (como gastos de estudio del préstamo, de apertura, etc.).

Productos vinculados

Tipos de préstamos

Son otros productos o servicios financieros que algunas entidades obligan a contratar si se quiere disfrutar del préstamo. Si el consumidor no los necesita, debe estudiar los gastos asociados a ellos y tenerlos en cuenta en la comparación de ofertas a la hora de elegir.

Tipo de interés variable

Se usan en préstamos en los que sus intereses dependen de la variación de un índice al que se conocer como índice de referencia. Por ejemplo: el Euribor.

Aval

Es la obligación adquirida por un tercero de pagar la deuda en caso de que el deudor original no la pague. Esta figura reduce el riesgo del prestamista y, por tanto, también los intereses a cobrar.

Garantía

Es un bien cuya propiedad podría pasar al prestamista en el caso de que el prestatario no pague su deuda. El ejemplo más típico en los préstamos personales son las hipotecas. En ellas, la garantía es un bien inmueble.

Registro de morosos

Es un listado gestionado por terceras partes en el que figuran consumidores que no han cumplido con sus obligaciones financieras. Figurar en estos registros conlleva problemas importantes porque muchas empresas se negarán a ofrecerte sus servicios. Algunos casos típicos son empresas de telefonía, electricidad, gas y otros suministros básicos. La forma de salir del registro es pagar la deuda y pedir al prestamista que se lo notifique al registro.