Tarjetas de visita ¿Cómo quieres que te recuerden?

Con los nuevos métodos de publicidad, que se enfocan más en las redes sociales y en Internet, se creería que las formas tradicionales para hacer conocer sobre una marca o empresa quedaron atrás, pero no es así. Al contrario. Internet ha servido para potenciar cualquier forma de hacer marketing.

Las tarjetas de visita siguen siendo parte importante de la imagen corporativa de un negocio. Es una herramienta bastante práctica para dar a conocer el servicio o producto que se ofrece porque se pueden entregar en reuniones o eventos donde haya posibles nuevos clientes.

La primera impresión es lo que cuenta

La idea con las tarjetas de presentación es lograr que una persona se pueda sentir atraída por el trabajo que realiza la empresa, por eso es importante no solo tener la información del negocio completa, sino también un buen diseño, algo que capte la atención de la persona que la está recibiendo apenas la vea y pueda recordar en un futuro.

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El nombre y logo de la empresa, dirección, números de teléfonos, redes sociales y sitios web son algunos de los datos que deben ir reflejados en la tarjeta de visita. En el reverso, se puede agregar información adicional que permita conocer más sobre el área en el que se desempeña.

Imprimir tarjetas de visita en materiales especiales puede causar un gran impacto: papel metalizado, transparente, elástico. La imaginación es el límite. Texturas y diferentes formas también puede llamar la atención de las personas.

Que el diseño impacte

Como se dijo anteriormente, el diseño es parte fundamental de la tarjeta de presentación. Esta es una lista de factores que tomar en cuenta al momento de crear una tarjeta de visita:

  • La tipografía debe ser legible, aunque esto no significa que se deba usar Arial o Times New Roman. Hay infinidades de tipografías que se pueden usar (y que sean fácil de leer).
  • No usar más de dos tipografías. Se pueden combinar una más seria con una con estilo de caligrafía. La idea es probar hasta conseguir lo que se quiere.
  • El estilo y el color de la tarjeta de visita deben relacionarse con la empresa y el trabajo que esta realiza. Actualmente, las personas apelan más por un diseño más sencillo y minimalista a blanco y negro o con tonos pasteles. Pero esto no significa que se debe dejar a lado el uso de otros colores. Hay que arriesgarse.
  • No agregar muchos elementos a la tarjeta. Al recargar el diseño, puede hacer que quien la esté viendo pierda el interés en la información importante y se concentre únicamente en los detalles plasmados en el papel.

Dejar el miedo a la inversión

Para que un negocio pueda prosperar, es necesaria la inversión, tanto para conseguir los mejores empleados y locales como para darlo a conocer mediante publicidad. Por eso, si una de las opciones es crear tarjetas de visita no hay que escatimar en gastos. Al fin y al cabo, las inversiones traerán su recompensa.

Diseno de tarjetas de visita

Si no se tiene habilidad para el diseño, lo mejor es contratar a alguien que tenga experiencia en el área para que la tarjeta de presentación pueda ser lo mejor posible. Además, esta persona ayudará a conseguir un diseño ideal que termine identificando la marca.

También se puede comprar el mejor material para su impresión, elegir sobres o porta-tarjetas para tenerlas allí y evitar que se arruguen, se manchen o se dañen, estos son elementos importantes al momento de hacer tarjetas de presentación.

Dónde entregarlas

Las tarjetas de visita deben tenerse siempre a mano. Nunca se sabe cuándo se cruzará en el camino una persona que pueda estar interesada en el servicio o producto que se ofrezca.

El lugar más ideal para entregarlas es durante conferencias, reuniones o eventos. Allí podrá haber personas interesadas en el trabajo que se realiza en la empresa y lo más conveniente es entregar una tarjeta de presentación para demostrar el profesionalismo con el que se trabaja.

También se pueden dar a personas que asisten al negocio. Así, si alguien más está interesado, la otra persona podrá entregársela a modo de recomendación. Es una manera de hacer que los clientes conecten entre sí, para hacer crecer el público objetivo.