La vejez: sabiduría y desafíos

Envejecer es un arte, es un proceso de muchos cambios, físicos, de pareja, de amigos e inclusive mentales. Aún cuando es de forma progresiva y natural, siempre hay cierto temor hacia la vejez porque lo único que se conoce con certeza es el presente.

Afrontarla sin ninguna expectativa y dejar al tiempo que realice su proceso para evitar convertir algo hermoso, por el cual pasan todos, en un trauma.

Uno de esos cambios que ocurren en el organismo es la alteración del sueño, por eso es relevante tratar de mantener hábitos saludables para conseguir dormir con facilidad.

Causas de las alteraciones del sueño y recomendaciones

Las alteraciones en el sueño traen como consecuencia un perjuicio para el desarrollo de la vida cotidiana, al ser el descanso algo fundamental para la salud. A medida que pasan los años, la dificultad para dormir va en aumento, y las personas de la tercera edad tienden a despertarse con mayor facilidad. Al producirse un sueño fraccionado durante la noche, sin poder dormir profundamente durante un período prolongado, sienten cansancio al día siguiente.

enfermedades comunes en ancianos

Posibles motivos

  • Es probable que haya dificultad para empezar el sueño por motivos psicológicos, como estrés o depresión frecuente en la tercera edad.
  • Ser muy sensible a los sonidos, sin lograr conciliar el sueño y, por ende, ante el mínimo ruido despiertan.
  • Consumir alcohol puede ayudar a conciliar el sueño, pero transcurridas algunas horas es posible volver a despertar.
  • La inactividad, tanto física como mental, lleva a dormir pocas horas. En el caso de los ancianos deben dormir entre 6 a 8 horas.
  • Algunos medicamentos, como hierbas, vitaminas o algunos suplementos, llegan a afectar a la hora de dormir.
  • Ingerir bebidas con cafeína antes de dormir.
  • Orinar de manera frecuente en el transcurso de la noche.

Recomendaciones

Para que los ancianos tengan un descanso adecuado y evitar en lo posible, alteraciones durante el sueño, se recomienda lo siguiente:

  • Crear hábitos para que el cuerpo se acostumbre a acostarse siempre a una hora determinada, y así establecer una rutina saludable.
  • Relacionar la cama sólo con dormir, de esta manera ayudará al cerebro a reconocer que el acostarse es para descansar. Por ejemplo, algunos tienen la mala costumbre de ver televisión cuando van a dormir.
  • Cuidar el lugar de descanso, ya que en algunos casos, a causa de medicamentos o de enfermedades, pasan más tiempo en contacto con el colchón y corren el riesgo de padecer de algunas dolencias y heridas. Los Colchones antiescaras resultan las mejores soluciones en estos casos, ya que se adaptan a las características del paciente, están fabricados en diferentes materiales.
  • Se recomienda evitar ingerir sustancias como la cafeína o el alcohol justo antes de dormir, porque perturban el sueño, aparte de que el efecto diurético del alcohol trae como consecuencia el despertar a media noche para ir al baño.
  • Meditar o hacer yoga son actividades que relajan y son las indicadas para antes de dormir.
  • Consumir alimentos ligeros como frutas o verduras en la cena para evitar problemas digestivos durante la noche.
  • Realizar algún deporte o actividad física de acuerdo con cada individuo, de esta forma colabora a llevar una vida sana e ir a la cama con más ganas de descansar.

Dolencias o enfermedades comunes en ancianos

Las personas de la tercera edad, forman parte de un grupo susceptible a enfermedades que están relacionadas con el envejecimiento. Es de vital importancia conocerlas e identificarlas. Algunas de las más comunes son:

  • Alzheimer o demencia senil: es una de las más temidas porque significa una pérdida paulatina de la memoria y por consiguiente, de las habilidades mentales, producto del envejecimiento del cerebro. Por el momento no tiene cura.
  • Parkinson: es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso, también conocido como el trastorno del movimiento, ya que uno de sus síntomas son los temblores por la falta de coordinación muscular.
  • Artritis y Artrosis: ambas enfermedades están relacionadas con las articulaciones. La artritis produce inflamación en éstas, lo que impide el movimiento; mientras que la artrosis es una degeneración que produce destrucción de los cartílagos, lo que causa dolor y dificultades motoras. Estas enfermedades son tratadas con antiinflamatorios y rehabilitación para disminuir el dolor e incluso suelen ser reemplazadas en algunos casos por prótesis mediante cirugías.
  • Problemas auditivos y visuales: el deterioro natural del oído por el envejecimiento produce la pérdida total o parcial del conducto auditivo, asimismo el de la vista, por lo que es importante el constante chequeo de especialistas para contrarrestar de alguna manera enfermedades como miopía, glaucoma o presbicia.
  • Hipertensión arterial: la presión alta es una de las afecciones más graves, ya que producen enfermedades coronarias, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular. En conclusión, es conveniente no tomarse esto a la ligera y adoptar hábitos saludables.
Causas de las alteraciones del sueño ancianos

Trastornos de sueño más frecuentes

Con el envejecimiento, se producen cambios en el ciclo del sueño, ya sea debido a la edad, malos hábitos o problemas de salud. Estos cambios traen como resultado algunos trastornos del sueño, los más comunes se describen a continuación:

  • Apnea del sueño: es un trastorno común caracterizado por provocar pequeñas pausas en la respiración mientras se duerme, lo cual impide descansar bien e inclusive despertar varias veces durante la noche. Esto se debe a que cuando se comienza de nuevo a respirar, produce un fuerte ronquido que llega a interrumpir el sueño.
  • Síndrome de las piernas inquietas: el principal síntoma de esta enfermedad es sentir movimientos involuntarios en las piernas, sobre todo mientras se está acostado o sentado, lo cual produce incomodidad, aparte de provocar dolores o molestias, y así afectar el descanso.
  • Trastorno de movimientos periódicos de las piernas: es un padecimiento en el cual las piernas patean de manera instintiva mientras se duerme, sin que el paciente sea consciente de eso. La forma de darse cuenta si se padece de esta enfermedad es que se duerma acompañado y esta persona se lo haga saber, ya que la mayoría de las veces no se sabe que se patea. Este trastorno puede dificultar un buen descanso y ocasionar sonambulismo.